El 30 de mayo del 2017, se cumplieron 56 años del ajusticiamiento del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. Un dictador que mucha sangre y luto llevó a la familia dominicana durante sus 30 años de tiránico mandato. Con una secuela que se prolongó en el tiempo, con los años de gobierno de uno de su más conspicuo discípulo: Joaquín Balaguer.
Dado que el país aún persiste ese afán de los gobernantes de perpetuarse (mentalidad trujillista) en el poder, con la indiscutible secuela de robos y anomalías de toda índole a que vivimos sometidos los dominicanos, quiero mostrar –quizás como documento– la serie de carteles diseñados por mí, para la secuencia de documentales realizados y dirigidos por el amigo cineasta René Fortunato.
